Como
maestros, tenemos que tener en cuenta que nuestra misión no sólo es la de
encaminar a los niños hacia la adquisición de un buen nivel intelectual. Por
tanto, hemos de prestar atención a otros aspectos de la vida cotidiana que hace
que podamos considerarnos personas. Un debate que ha estado siempre abierto en
este aspecto es el de la relación entre la escuela y la familia. Los niños se
desarrollan plenamente en la familia, sin embargo, pasan la mayor parte del
tiempo en las escuelas.
Por
tanto, ¿cómo podemos ver qué conductas son diferentes a las que podemos
considerar normales? La respuesta es bastante clara, normalmente el maestro
debe estar atento a estos aspectos, pues es el mismo que se encargará de ver
qué ocurre en la vida del niño de manera cotidiana.
Una
de las maneras más cotidianas para que el niño se divierta son los juegos. Sin
embargo, al hablar de videojuegos, parece que el término encierra ciertos
aspectos negativos. Al igual que se mencionó anteriormente, el niño juega diariamente
en casa, pero estas conductas las mostrará en la escuela, donde pasa la mayor
parte del tiempo. Por tanto, ¿qué debería hacer el maestro?
No
cabe duda alguna que su percepción del mundo puede cambiar completamente. En
determinadas edades el niño piensa que parte del juego se asimila a la vida
real, sin embargo, es necesario prestar atención para que no confunda los
aspectos o personajes anímicos con los de la vida real. ¿ Que podría hacer el
maestro? En este aspecto destacamos la importancia de la comunicación que debe
haber entre el la familia y el colegio.
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